

Hay un proyecto que pretende unir las dos islas por tren, que de norte a sur, recorrería unos 200km, siendo el mayor corredor de transportes de Canarias. Por lo que nuevamente tendríamos una gran isla Mahan con más de 2.500km2, la mayor pesadilla para el editorialista de El Día. Aunque sin dicho corredor sigue siendo una misma Isla, sobre una misma plataforma insular, separada por apenas 10km.
Un proyecto prevé unir Fuerteventura y Lanzarote por un puente y un tren
PUERTO DEL ROSARIO
Se imaginan a un majorero desplazarse desde el sur de su isla hasta el norte de Lanzarote en tan sólo dos horas después de recorrer 240 kilómetros en tren. Se imaginan a un lanzaroteño viajando a Fuerteventura a través de un puente de peaje que une a ambas islas. No se trata del anunciado Eje Transinsular publicitado a bombo y platillo por el Gobierno de Canarias sino de un proyecto que el ingeniero industrial, Antonio de la Vega Montero ha diseñado y patentado y que contempla un ferrocarril desde Morro Jable (Fuerteventura) hasta la localidad de Órzola (Lanzarote) uniendo a ambas islas mediante un puente que tendrá una longitud de nueve kilómetros.
De la Vega tiene un perfecto conocimiento del medio de La Bocayna, trozo de mar que separa a Fuerteventura de Lanzarote, tras el tendido del cable eléctrico submarino realizado por Unelco, donde se realizó un estudio geológico, tales como composición de los sedimentos, distribución o profundidades.La primera fase del proyecto contempla la construcción del puente que debe unir a ambas islas. La longitud del tramo principal del puente es de nueve kilómetros, por lo que el tramo de carretera que una a Morro Jable con Órzola tendrá una longitud de más de 240 kilómetros.
El ingeniero De la Vega mantiene dos opciones, una prevé el puente sustentado en pilares donde se tendría que emplear unos 75 con una distancia aproximada de 150 metros entre ellos. "Los pilares estarían anclados en zapatas firmemente sujetas al fondo de la Bocayna", señala el ingeniero. La otra opción es el relleno del terreno mediante cajones de hormigón semejantes a los que se utilizan en la construcción de los diques de los muelles. Este sistema reduciría no sólo el impacto de los pilares, que tendrían una altura desde la superficie del agua de unos 490 metros sino el coste económico.
La segunda fase del proyecto es la puesta en marcha de la infraestructura ferroviaria con un tren que unirá a ambas islas y que pudieran transportar tanto pasajeros como mercancías. La elección del tipo de tren también se contempla en el proyecto y se apuesta por un monocarril para su circulación dado que están construido de nuevos materiales y técnicas constructivas que permite que el sistema utilice menos columnas y más delgadas. La vía ferroviaria estaría, según el diseño del ingeniero De la Vega, junto al arcén de las carreteras insulares , que son de dominio público, para evitar la adquisición del suelo por donde transcurre los raíles.